Obra visual de formato rectangular y disposición vertical, la composición en un retrato que representa a un eclesiástico, ubicado de pie y de frente; en su cabeza tiene un solideo, le cubre parcialmente sus cabellos canos, de frente amplia y ojos pequeños, gesto amable, esboza una sonrisa. De figura corpulenta, tiene los brazos junto al cuerpo y apoya su mano izquierda en una mesa, con aspecto de altar, un crucifijo se eleva sobre esta, al extremo lateral de la obra. La vestimenta religiosa, de color gris blanco, con esclavina y sotana. En el plano posterior se observa un sitial.